El presidente del IMAS acusa al Gobierno de España de excluir a los niños y adolescentes migrantes del plan de emergencia, agravando una saturación ya insostenible.
En una declaración tan firme como urgente, el presidente del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) y conseller de Bienestar Social, Guillermo Sánchez, ha denunciado este miércoles un nuevo episodio de desamparo institucional. Asegura que el Gobierno de España ha excluido a los menores migrantes no acompañados de las medidas adoptadas ante la emergencia migratoria en Baleares.
Reitera que, a pesar de reconocer públicamente la magnitud de la crisis, el Consejo de Ministros ha aprobado únicamente un procedimiento administrativo destinado a adultos, ratificando una resolución previa de la Secretaría de Estado de Migraciones. Señala que se trata de un paso técnico que, lejos de aliviar la situación, ignora por completo a los niños, niñas y adolescentes, precisamente el colectivo más vulnerable y que más presión ejerce sobre el sistema de protección de Mallorca.
“Una vez más, se les deja de lado”, ha lamentado Sánchez, quien alerta de que esta decisión profundiza el colapso de un sistema que ya opera con una sobreocupación del 1150%, es decir, más de diez veces por encima de su capacidad real. Actualmente no hay espacios disponibles ni suficientes profesionales para cubrir las necesidades básicas de atención.
Desde hace más de un año, tanto el Consell de Mallorca como el IMAS han reclamado ayudas concretas, financiación extraordinaria y medidas de contingencia. La respuesta, hasta hoy, ha sido el silencio. Ni un solo euro extra ha llegado desde el Estado.
Además, la propuesta de reparto entre comunidades autónomas ha sido calificada como “opaca e injusta”, según palabras del presidente del IMAS, quien denuncia presiones institucionales y un trato “indigno, como si los menores fueran mercancía”.
El descontento es también con el delegado del Gobierno en Baleares, al que acusan de hablar “de ayudas inexistentes y cifras que nunca se han ofrecido ni al Govern balear ni al Consell de Mallorca”.
Sánchez ha sido tajante: “Mallorca no puede quedar completamente sola. Necesitamos recursos, profesionales y espacios para garantizar una atención digna y responsable. Defenderemos siempre a estos niños, niñas y adolescentes, pero exigimos que el Gobierno español no los siga ignorando”.
Mientras tanto, los menores siguen llegando. Y Mallorca, sola, trata de sostener lo insostenible.











