La Policía Nacional ejecuta la Operación Chanquete con 17 personas detenidas acusadas de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
Palma vuelve a vivir un golpe policial de gran calado. La Operación Chanquete, una investigación silenciosa, meticulosa y de largo recorrido, ha culminado con 17 detenidos acusados de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Una estructura perfectamente engrasada que llevaba meses moviendo sustancias estupefacientes por Mallorca como si del engranaje de una gran empresa se tratara.
Una red coordinada para inundar la isla de droga
Los agentes del Grupo I de Estupefacientes de la UDYCO llevaban meses siguiendo el rastro de la organización. Un rastro hecho de movimientos, contactos y domicilios conectados como piezas de un puzle. La investigación reveló que un número notable de personas actuaba de forma coordinada: compraban, almacenaban y distribuían hachís, marihuana, cocaína, tusi y pastillas para la disfunción eréctil.

Durante los últimos dos meses se efectuaron ocho registros claves en Palma. Entradas quirúrgicas que permitieron destapar el alcance real del entramado. Kilos de droga intervenida. 2.200 pastillas. Más de 100.000 euros en efectivo. Y un detalle que habla por sí solo: ocho coches de alta gama valorados en medio millón de euros.
El eco del operativo en Son Banya
La operación tuvo un precedente directo. El pasado 16 de octubre, los agentes ya habían irrumpido en varios puntos de venta del poblado de Son Banya. Aquel dispositivo dejó claro que la estructura estaba viva pero acorralada. Durante esas actuaciones se incautó cocaína, hachís, marihuana y tusi, y se desmantelaron varios focos de distribución.
El despliegue contó con apoyo de la Policía Local de Palma. Su intervención fue decisiva para derribar casetas que actuaban como puntos de venta y para aportar documentación esencial que reforzó el avance de la investigación.
Una organización con maquinaria pesada para esquivar controles
Uno de los aspectos más llamativos de la investigación fue descubrir que la red disponía incluso de un camión y una retroexcavadora. Con ellos construían y desmontaban puntos de venta a voluntad, y movían grandes cantidades de tierra para modificar caminos. Barreras improvisadas que dificultaban la acción policial y que revelan un grado de organización poco habitual en Mallorca.
Un operativo de gran formato
El golpe final, desarrollado la pasada semana, movilizó a una amplia estructura policial: UDYCO, UPR, UIP, GOIT, Medios Aéreos, Guías Caninos y unidades de la Policía Judicial. Un despliegue propio de operaciones de máximo riesgo.
La Operación Chanquete se cierra así como uno de los mayores golpes al tráfico de drogas de los últimos meses en Baleares. La desarticulación de esta red supone cortar de raíz una vía de entrada y distribución que llevaba tiempo operando bajo la apariencia de normalidad.











