Aseguran que hay decenas de personas soportando las inclemencias del invierno con frío y lluvia y durmiendo en plena calle.
El Grup Socialista ha alzado la voz contra la gestión del Consell de Mallorca y del IMAS en materia de atención a las personas sin hogar. Lo hace en pleno invierno, con frío y lluvia persistentes, denunciando que decenas de personas continúan durmiendo en la calle pese a la activación del Pla de Contingència d’Hivern. Una realidad que, aseguran, contrasta con los anuncios oficiales y las imágenes institucionales.
Un invierno más, la misma denuncia
Tercer invierno de la legislatura y, según el Grup Socialista, tercer fracaso en la gestión del sensellarismo. La portavoz adjunta socialista, Sofia Alonso, acusa directamente al presidente del IMAS, Guillermo Sánchez, y al presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, de no dar respuesta a las puntas de demanda del servicio de inclusión social.
La crítica es clara. Hay más personas que nunca viviendo en la calle. Sin embargo, los recursos disponibles apenas han variado. “Los centros de acogida se utilizan para hacerse fotos promocionales, pero no se crean más plazas ni se refuerzan los servicios”, denuncia Alonso.
Un plan sin soluciones
Recuerdan que hace cerca de un mes, el Consell de Mallorca anunció el Pla de Contingència d’Hivern para personas en situación de sinhogarismo. Un plan que, según los socialistas, se ha quedado en titulares y actos públicos. La realidad diaria, sostienen, es muy distinta.
El número de personas que duermen al raso no ha dejado de crecer en los últimos años. Crece el volumen y se diversifican los perfiles. Personas trabajadoras pobres, mujeres, jóvenes, personas mayores y personas con problemas de salud mental forman hoy un mosaico social mucho más complejo que hace una década.
Pese a ello, el Consell continúa aplicando, según el Grup Socialista, un protocolo prácticamente idéntico al de años anteriores. Las plazas están estancadas. La apuesta presupuestaria no llega. Y la respuesta estructural sigue sin aparecer.
Recursos insuficientes y refuerzos temporales
Desde el Consell y el IMAS se habla de refuerzo de recursos. Sin embargo, la oposición asegura que ese refuerzo no se traduce en hechos. No se han incrementado de forma significativa ni las plazas estructurales ni los equipos profesionales. Las plazas de refuerzo siguen siendo temporales, limitadas y condicionadas a episodios puntuales de frío extremo.
Cada noche, insisten, hay personas que permanecen en la calle porque no existen alternativas reales o adecuadas a su situación. “Es indignante que el IMAS afirme que nadie duerme en la calle cuando la realidad muestra a cientos de personas en esta situación”, afirma Sofia Alonso, que acusa a Guillermo Sánchez y a Llorenç Galmés de manipular la realidad.
Cinco plazas para jóvenes
Uno de los puntos que más preocupación genera es el que los jóvenes no tengan hogar. El Consell presenta como novedad un programa piloto de cinco plazas para jóvenes. Para el Grup Socialista, esta medida resulta claramente insuficiente.
“Cinco plazas no son una política pública”, subraya Alonso. “Son un gesto simbólico que no aborda el problema de fondo”. El aumento de jóvenes sin hogar exige, a su juicio, una respuesta mucho más ambiciosa y estructural.
La denuncia va más allá de la falta de plazas. El Grup Socialista critica que las visitas institucionales a los albergues se hayan convertido en una estrategia de marketing político. Fotografías, actos y anuncios, mientras los modelos de atención no evolucionan.
Según la oposición, no se despliega de forma decidida el modelo Housing First, no se amplía la red de vivienda social con apoyo y no se garantizan itinerarios estables de inclusión. Todo ello, en un contexto social cada vez más duro.
“El problema no se resuelve con anuncios ni con fotos”, concluye el Grup Socialista. Reclaman más plazas dignas, más profesionales, más presupuesto y un cambio de modelo valiente. Con las temperaturas bajando y la emergencia social agravándose, consideran inaceptable seguir escondiendo la falta de acción tras gestos simbólicos.
