El Ajuntament planta más de 2.300 ejemplares vegetales durante este 2025.
El Ajuntament de Inca ha dado un paso firme en su estrategia ambiental durante 2025. A lo largo del año, el municipio ha plantado más de 2.300 ejemplares vegetales con un objetivo claro: reforzar el verde urbano, mejorar la calidad ambiental y avanzar hacia una ciudad mejor preparada frente al cambio climático.
La actuación, desarrollada con criterios de sostenibilidad, diversidad vegetal y adaptación climática, consolida a Inca como un referente en planificación verde a escala local.
Más de 2.300 nuevos ejemplares
En total, se han plantado 2.362 ejemplares, distribuidos en 866 árboles, 1.368 plantas arbustivas y 128 especies acuáticas. Esta combinación permite incrementar la cobertura verde en calles, parques y espacios naturales, al tiempo que favorece la biodiversidad y el equilibrio ambiental del municipio.
Las plantaciones se han realizado en distintos puntos de Inca, con una selección cuidada de especies adaptadas al entorno mediterráneo y a las nuevas condiciones climáticas.
Diversidad vegetal
El plan ha incluido hasta 39 especies diferentes, entre arbolado viario, especies ornamentales, arbustivas mediterráneas y vegetación acuática destinada a balsas y zonas húmedas. El objetivo ha sido crear espacios más resilientes, saludables y plenamente integrados en el paisaje urbano.
Esta diversidad no solo mejora la imagen de la ciudad, sino que refuerza su capacidad para afrontar episodios de calor extremo y contribuye a una mejor calidad del aire.
Una inversión estratégica
El Ayuntamiento de Inca ha invertido más de 750.000 euros en el desarrollo del plan de arbolado municipal. De esta cifra, 100.000 euros se han destinado a la sustitución de árboles muertos o en mal estado y a nuevas plantaciones en zonas clave como las entradas a la ciudad por el polideportivo Mateu Cañellas, la avenida Rei Jaume I, la plaza Primer de Maig y áreas verdes anexas.
El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, subraya que estas actuaciones responden a “una estrategia clara para hacer de Inca una ciudad más verde, más amable y mejor preparada ante los efectos del cambio climático”, apostando por vegetación adaptada al entorno y orientada al bienestar ciudadano.
Más sombra y menos calor
De forma paralela, se ha desarrollado un proyecto específico de plantación y reposición de arbolado en espacios públicos urbanos para reducir el efecto isla de calor. Esta actuación, con un coste superior a 250.000 euros, ha abarcado una superficie de 52.521 metros cuadrados en calles y avenidas como Marjades, Josep Barberí, Joan Miró, Sor Clara Andreu, Joan d’Àustria y las avenidas Jaume I y Jaume II.
Una intervención clave para adaptar la ciudad a las altas temperaturas y mejorar el confort térmico.
Durante 2025 también se ha llevado a cabo un proyecto de rehabilitación sostenible y replantación en el Parc del Serral de ses Monges. La actuación ha sido integral y ha permitido potenciar el valor ambiental y paisajístico de uno de los grandes espacios verdes de Inca, favoreciendo la biodiversidad y su adaptación a los efectos del cambio climático.










