El inglés es una lengua universal y su conocimiento, además de suponer una importante superación personal, proporciona mayores oportunidades laborales y elimina barreras culturales. Si eres un estudiante de inglés, pero no te expresas con la fluidez de un nativo a pesar de tener un alto nivel académico, un vocabulario amplio y el conocimiento de complejas estructuras gramaticales, no debes caer en la desmotivación. Somos conscientes de que hablar un idioma diferente al materno, con total fluidez, puede llegar a ser muy difícil. Pero no te preocupes, existe una solución. Sigue estos 5 trucos para que, con paciencia y práctica, puedas comenzar a hablar y escribir inglés como un nativo.
Imita la pronunciación de los nativos
Si has estudiado este idioma extranjero, ya conoces los distintos acentos y la complicada pronunciación de las vocales en inglés. Si tienes dudas al respecto, plataformas online como Babbel son idóneas para que puedas entender más sobre estos temas y perfeccionar, al mismo tiempo, tu pronunciación. Dicho esto, existen diversas formas para acelerar el proceso de aprendizaje: ver videos y películas en inglés, leer en voz alta, oír música en inglés y esforzarse para comprender el significado de la letra, dejar de pensar en español y hacerlo en inglés, hablar con regularidad, no tener miedo a cometer errores. Con estas acciones fundamentales irás adquiriendo de forma natural el conocimiento de la lengua.
Estudia bien gramática y léxico para no cometer errores
Lógicamente, aprender el idioma lleva implícito crear un hábito de estudio, evitar distracciones y esforzarse para entender. Estudiar la gramática y el léxico es fundamental para evitar errores comunes en frases que en un principio parecen fáciles, pero que en el momento de expresarlas en un inglés conversacional de forma fluida te bloquean. Para empezar a aprender léxico, utiliza los libros para los niños: estos son más fáciles y presentan las palabras básicas del idioma. Para no olvidar las palabras, escríbelas en un cuaderno y repítelas en cada momento libre. Podrás medir tus progresos día tras día y ampliar tu léxico rápidamente.
Aprende los diferentes acentos
Existen diferentes acentos entre los hablantes nativos de la lengua inglesa. Por ejemplo, ya sabrás que el acento con el que se habla en Estados Unidos es muy diferente al acento de Gran Bretaña. Una buena idea es la de recurrir a vídeos originales en habla inglesa de diferentes zonas geográficas para que puedas identificar las diferencias existentes entre ellos. Una vez hayas observado e identificado los diferentes acentos, podrás centrarte en aquel que te gustaría adquirir. Solo te quedará practicar lo máximo posible, pero es importante que pierdas la vergüenza y el miedo a cometer errores. ¡Errar forma parte del aprendizaje!
Habla con frases hechas y modismos
En la lengua inglesa, los modismos son frases que tienen un significado que no es evidente al traducir literalmente las palabras que forman la frase. Para hablar como un inglés nativo es imprescindible conocer este tipo de jerga, ya que es una forma cotidiana de hablar, y el hecho de no conocerlos hace casi imposible entender el contexto en el que se desarrolla la acción. Debes tener claro que los conocimientos que se adquieren en los libros de texto son totalmente diferentes a las experiencias reales del día a día, y quizás por ello no seas capaz de entender este tipo de frases aunque conozcas sobradamente las palabras que la forman. Si no eres capaz de entender estos modismos y frases hechas, será más difícil tener un dominio completo de la lengua.
Vive en un país anglófono durante una temporada
Si te es posible, vivir en un país de habla inglesa por algunos meses (mejor si años), es la opción más recomendable para aprender esta segunda lengua. Se podría considerar como una experiencia integral ya que la mejor forma de conseguir hablar como un auténtico nativo es la de integrarte y de interactuar directamente. Al vivir en un país de habla anglófona, tendrás la oportunidad de conocer la cultura y el estilo de vida local. Podrás acelerar todo el proceso de aprendizaje al ir practicando en el día a día todo lo asimilado. Además, la necesidad de desenvolverse y de tener que hablar para expresar tus necesidades también son factores que influyen de forma decisiva en dicho proceso de aprendizaje.