ARCA denuncia la transformación del Baluard en un ‘beach club’ y presenta un recurso judicial.
La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) ha criticado duramente la gestión de las instituciones responsables de la terraza de Es Baluard de Palma, calificando su actuación como «negligente y despersonalizante». La asociación ha advertido que las obras en curso están convirtiendo este espacio patrimonial de primer orden en un ‘beach club’, alterando gravemente su percepción histórica y cultural.

Según ARCA, la tarima de madera instalada alcanza alturas de hasta 70-80 centímetros en algunos puntos, modificando la estructura original del lugar para crear una plataforma elevada que incluye elementos como una mini piscina o «lámina de agua», calificada por la entidad como ajena al entorno de las murallas de Palma. “Es incomprensible que Patrimonio del Consell haya dado luz verde a un proyecto tan incompatible con el respeto al patrimonio”, afirman.
Gestión política “nefasta” y falta de voluntad
ARCA responsabiliza tanto al Ajuntament de Palma como al Consell de Mallorca, al Govern y a la dirección del museo Es Baluard por su «pasividad» ante estas intervenciones. La asociación considera que los actuales gobernantes han perdido la oportunidad de rectificar un problema heredado de administraciones anteriores, a pesar de coincidir verbalmente con las críticas de ARCA.

Además, denuncian que las prácticas irregulares de la empresa concesionaria, que anteriormente obligaron a detener y retirar las obras, han sido recompensadas con un nuevo proyecto “aún peor” que incrementa el impacto visual.
Recurso judicial como último recurso
La oposición de ARCA a este proyecto comenzó hace más de dos años, cuando votaron en contra de su aprobación en la Ponencia de Patrimonio. Desde entonces, la asociación ha mantenido reuniones, participado en actos públicos y promovido movilizaciones ciudadanas, incluyendo la entrega de firmas. Sin embargo, lamentan que estas acciones no hayan sido suficientes para detener lo que consideran «una transformación dañina».
Como última medida, ARCA ha presentado un recurso judicial para demostrar la incompatibilidad del proyecto con el respeto al patrimonio. Aunque reconocen la incertidumbre sobre el éxito del recurso, subrayan que su objetivo siempre ha sido buscar soluciones a través de vías administrativas y políticas.
La asociación también señala un agravio comparativo con otras terrazas de la ciudad, que solo pueden instalar mesas, sillas y sombrillas, y están obligadas a retirar todo el mobiliario al finalizar la jornada. Este trato diferencial agrava aún más la situación, según ARCA.
Exigen mayor flexibilidad y respeto al patrimonio
ARCA concluye denunciando la falta de diálogo y flexibilidad por parte de la administración. “La ciudadanía merece ser escuchada y respetada cuando se trata de defender el patrimonio que es de todos”, remarcan, al tiempo que mantienen su compromiso de seguir luchando por preservar la identidad histórica de Palma.