La entidad lamenta que la Comisión de Centro Histórico de Palma y lo ve «un peligroso precedente».
La asociación ARCA (Associació per a la Revitalització dels Centres Antics) ha calificado de “decisión contra el patrimonio” la resolución adoptada por la Comisión de Centro Histórico de Palma, que autoriza el derribo total del edificio situado en la esquina de las calles 31 de Desembre y Antoni Marquès. El proyecto contempla la reconstrucción de la fachada según un dibujo original del arquitecto Gaspar Bennazar, permitiendo además ganar altura respecto a la edificación actual.
Para ARCA, esta decisión sienta un peligroso precedente y supone un agravio comparativo con otros casos donde se ha obligado a mantener la fachada original, como en el caso del edificio del carrer Bisbe Massanet, cuya conservación fue posible precisamente por la intervención de la entidad.
“El patrimonio no es de quita y pon”
ARCA critica duramente que el diseño original de Bennazar, redescubierto por la propia asociación, esté siendo ahora utilizado como argumento para demoler la construcción actual y recrear un decorado, en lugar de preservar el edificio con su autenticidad. “Es una tergiversación del sentido patrimonial del hallazgo. En lugar de reforzar la conservación, se usa para justificar la destrucción”, denuncian.
Además, califican de “muy cuestionable” el argumento del promotor que justifica el derribo por el supuesto mal estado de la fachada. “No conservar ni siquiera la fachada original responde únicamente a criterios de comodidad constructiva y beneficio económico, sin ningún respeto por el patrimonio”, añaden.
Incumplimiento del informe del Consell
ARCA recuerda que el edificio cuenta con protección ambiental en el Plan de Ordenación Detallada (POD) y subraya que el informe del Consell de Mallorca obligaba a conservar la fachada original. Consideran que dicha resolución se está incumpliendo y reclaman la intervención urgente de Patrimonio del Consell para garantizar el cumplimiento efectivo del informe.
La entidad denuncia también la falta de protección del Eixample de Palma, cuya memoria arquitectónica y urbanística consideran que está siendo desmantelada con rapidez. “Se da vía libre a demoliciones con el pretexto de conservar estéticamente las fachadas, sin que ello suponga preservar el auténtico rastro histórico de la ciudad”, afirman.











