Profundo malestar por la decisión de aprobar el proyecto por parte de la Comisión de Centro Histórico de Palma.
La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) ha mostrado su profundo malestar por la decisión de la Comisión de Centro Histórico de Palma de aprobar un proyecto que, según la entidad, desfigura el emblemático edificio racionalista situado en la confluencia del Paseo Mallorca con la calle Rubén Darío, donde antaño se ubicaba el Bar Niágara.
El inmueble, obra del arquitecto Francesc Casas, es considerado por ARCA como un ejemplo valioso de la arquitectura racionalista en la ciudad. Sin embargo, solo contaba con una protección ambiental limitada, lo que ha permitido una “remonta” (construcción de nuevos pisos) que, según la asociación, rompe la armonía arquitectónica del entorno. Especialmente polémico es el desequilibrio que se genera al permitir una altura mayor en la fachada del Paseo Mallorca en comparación con la de Rubén Darío.
Además, el proyecto aprobado contempla el derribo del interior del edificio para construir aparcamientos subterráneos, lo que ARCA considera una agresión al patrimonio arquitectónico.
Una protección insuficiente
Recuerdan que cuando el edificio salió a la venta, ARCA propuso su catalogación para protegerlo como obra destacada de Casas, pero su solicitud fue ignorada por las autoridades competentes. “Una vez más, los intereses económicos privados se imponen al interés general de conservación del paisaje urbano y del patrimonio histórico de Palma”, lamenta la asociación en su comunicado.
La organización patrimonial critica también la rapidez con la que se ha tramitado y aprobado el proyecto, lo que ha derivado, en su opinión, en una decisión desacertada que “desfigura el edificio original y supone un despropósito arquitectónico”.
ARCA señala que existen en Palma ejemplos de remodelaciones y ampliaciones respetuosas con edificios protegidos. Mencionan como casos positivos las esquinas de Arxiduc Lluís Salvador con Rosselló i Cazador o la de la calle Manacor con Frederic Mistral, donde también se intervinieron inmuebles racionalistas con mayor sensibilidad estética.
La entidad considera que la remonta permitida en el caso del Paseo Mallorca es excesiva, y advierte que, si se lleva a cabo tal como está previsto, supondrá “una pérdida irreversible para la ciudad de Palma”.