Las Islas logran máximos históricos de empleo y mínimos de paro.
Baleares ha cerrado el mes de agosto con los mejores datos laborales de su historia reciente. La comunidad ha alcanzado las 666.940 afiliaciones a la Seguridad Social, un crecimiento interanual del 2,2 por ciento, y ha reducido el número de personas en paro hasta las 25.968, lo que supone un descenso del 7,6 por ciento respecto a 2024. Se trata de una cifra que consolida la situación de plena ocupación en las islas y refleja un mercado laboral robusto.
Todos los sectores económicos muestran signos claros de dinamismo. La construcción registra una caída del paro del 13,1 por ciento, la industria del 5,5 por ciento, y la restauración, pese a las percepciones negativas desde el sector, ha reducido el desempleo en un 8,8 por ciento interanual.
Según la consellera de Trabajo, Catalina Cabrer, “los datos no respaldan el discurso de desaceleración”, y ha llamado a esperar al cierre de la temporada para una evaluación definitiva del comportamiento del sector servicios.
En el ámbito de la contratación, el 62 por ciento de los 26.201 contratos firmados en agosto son indefinidos, muy por encima de la media estatal. Destaca también el crecimiento del colectivo autónomo: más de 107.000 afiliados, lo que supone el 16 por ciento del total, casi el doble del peso medio del colectivo en el conjunto de España.
Por islas, todas registran descensos interanuales del paro. Formentera lidera con una bajada del 25 %, seguida de Mallorca (-8,3 %), Menorca (-4,7 %) y Eivissa (-1,8 %).
Los datos consolidan a las Illes Balears como la comunidad líder en generación de empleo durante el mes de agosto y marcan un punto de inflexión hacia una recuperación sólida y sostenida del mercado laboral.
Valoración de PIMEM
Desde la patronal de la Pequeña y Mediana Empresa, PIMEM, se apunta a «que los datos siguen ofreciendo un buen comportamiento y sobre todo si lo miramos a nivel interanual. Sí es cierto que agosto ya apunta a una desaceleración contractual, pero dentro de la normalidad. El reto ahora es ver el comportamiento de los meses posteriores a la temporada alta y ver a qué ritmo se mantiene. En cualquier caso seguimos preocupados por los aspectos que más negativamente inciden a la hora de contratar trabajadores; poca calificación y casi inexistente vivienda para poder ofrecer alojamiento«.










