Neumáticos, baterías y hasta un cochecito entre los residuos recuperados por las embarcaciones de PortsIB.
El mar balear vuelve a mostrar su cara más vulnerable. Durante el mes de agosto, el servicio de limpieza del litoral retiró 6.707,35 kilos de residuos de las aguas y playas de las islas. Una cifra que refleja el reto ambiental de un destino turístico de primer orden y que pone números a una realidad incómoda: cada día se recogieron 216 kilos de basura.

Mallorca, la más castigada
Las 23 embarcaciones desplegadas por PortsIB —15 de playa y 8 de litoral— no descansaron ni un solo día. Mallorca encabezó el ranking con más de 3.000 kilos, seguida de Eivissa (1.907 kilos), Menorca (1.262 kilos) y Formentera (468 kilos).
Las barcas de playa, diseñadas para operar en zonas poco profundas, recogieron la mayor parte de los desechos. Mientras, las de litoral —capaces de alejarse hasta cinco millas— completaron la otra mitad del trabajo.

El enemigo número uno: el plástico
El plástico supone casi la mitad de la basura retirada (47,1 %). Le siguen la madera (36,08 %) y restos de vegetación (6,65 %). También se recogieron aceites, residuos orgánicos y materiales variados. La lista se amplía con hallazgos que retratan la huella humana sobre el mar: desde baterías de barco y neumáticos hasta sillas, hamacas, una boya encadenada e incluso un cochecito de niño.
El servicio atendió siete incidencias. Cinco de ellas requirieron la intervención conjunta con Salvamento Marítimo y el 112. Las otras dos fueron gestionadas tras avisos directos de instituciones y particulares.
La campaña de limpieza del litoral seguirá activa hasta el 30 de septiembre, en la recta final de la temporada alta. Un esfuerzo a contrarreloj para que las aguas de Baleares no se conviertan en un vertedero flotante.











