El capítulo 4 de ‘Heridas’ llega este domingo a Atresplayer Premium. La intensa producción de Atresmedia está protagonizada por María León, Cosette Silguero y María León. Es un drama cargado de emociones sobre el maltrato infantil, el abandono y los traumas de toda una vida.
Atresplayer lanza este domingo el cuarto capítulo de ‘Heridas’, una apasionante producción cargada de emociones con Adriana Ugarte, Cosette Silguero y María León como cabeza de cartel. Elisabet Gelabert, Javier Collado, Sonia Almarcha, Pau Durá, Xoán Fórneas e Iván Marcos completan el reparto de la ficción basada en el éxito internacional ‘Mother’ y su versión turca ‘Madre’.
El capítulo arranca cuando Maite descubre a la pequeña Paloma (Cosette Silguero) en la habitación del hotel y Manuela (Adriana Ugarte) le miente diciendo ser la hija de una amiga. La mentira entristece a la niña, que pierde el apetito y se meten en la cama mientras Manuela discute con su hermana.
Todo se precipita cuando Manuela recibe una citación judicial para ir a declarar después de hablar con la Guardia Civil del Cabo de Gata. Debe dejar a la pequeña sola en el hotel. La espera en las dependencias judiciales se alarga y Manuela se pone nerviosa porque Paloma no coge el teléfono. Decide buscar el número de Rocío (Elisabet Gelabert) y le pide que se acerque al hotel. Descubre que la pequeña tiene mucha fiebre y la lleva al médico.
Manuela decide no ser muy explícita en su declaración y solo reconocer haber visto unos moretones en la niña, pero no tener constancia de que fuera maltratada.
Mientras, en la residencia de los León, Jaime (Pau Durà) y Olga (Sonia Almarcha) hablan sobre la aparición de Rocío, preguntando por Manuela. Ella no puede saber el secreto que guardan. Deben seguir callando.
Manuela se presenta en casa de Rocío para recoger a Paloma; la niña está durmiendo porque, aunque le ha bajado la fiebre, todavía está débil. En la cocina, Manuela le cuenta a Rocío que su madre la abandonó y que no recuerda su cara, que solo se acuerda del último día, que lo pasaron muy bien y que la dejó abandonada. Confiesa que durante mucho tiempo deseó que regresara y que le daba igual la excusa que pusiera, pero que ahora ya no quiere verla. Siente que podría reconocer el tacto de sus manos. Rocío se encierra en el baño destrozada y se echa a llorar.
Entretanto, en la comisaría, Yolanda (María León) y Lucho (Javier Collado) siguen negando cualquier tipo de maltrato. En realidad, la policía no puede hacer nada sin pruebas ni declaración que les acuse. Ambos salen de prisión y Lucho toma la decisión de viajar a Madrid, a casa de su primo, para alejarse un tiempo de la presión. Yolanda le pide que no la deje.
Jaime descubre a Rocío con Manuela; acude a la tienda de la mujer y la acusa de incumplir sus promesas; ella le asegura que su encuentro con Manu ha sido causal y que ella no la ha reconocido. Jaime le exige que no vuelva a verla; se presenta en el hotel y obliga a su hija a trasladarse a casa.
Yolanda tiene problemas en el pueblo porque en el supermercado no quieren venderle unas compresas. Fabio (Xoán Fórneas) se las compra y le da su tarjeta asegurándole que podría «callar muchas bocas» si le concediera una entrevistas. El periodista sigue insistiendo en contactar con Manuela, pero ella no responde. Finalmente, el equipo de televisión decide volver a Madrid y Fabio averigua la dirección de la familia de Manuela y se dirige a la casa.
Paloma está muy incómoda por tener que mentir a la familia de Manuela. Al final ella no puede más y anuncia a sus padres y hermanas que Paloma es realmente su hija. Mientras, Rocío se queda paralizada al darse cuenta de que Paloma es Alba Romero, la niña desaparecida en Almería.
EPISODIOS ANTERIORES
▶ Capítulo 1: Manuela, una nueva madre para Alba
▶ Capítulo 2: Todo se complica en Madrid
▶ Capítulo 3: La madre biológica de Manuela
