Tener relaciones sexuales es una actividad que implica hacerlo de manera consensuada entre ambas partes, eligiendo cómo, dónde y cuándo para sentir más gusto y placer. La pareja puede practicar libremente su sexualidad cuando se comunica entre sí y decide qué quiere, de forma que sentirá mayor satisfacción sexual.
La Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS) afirma que la pareja debe disfrutar de una sexualidad saludable desde una buena comunicación y la inteligencia sexual. En conjunto permiten solucionar los problemas que tenga una pareja en este ámbito. Incluso dejan de lado los tabúes para hablar de sexo con naturalidad, ver porno gratis videos, usar juguetes sexuales y otras actividades placenteras. El resultado es que aumentan el grado de satisfacción con su vida sexual.
La inteligencia sexual potencia la sexualidad
La inteligencia sexual es la capacidad de una persona para gestionar sus preferencias sexuales, además de sentirse satisfecho a solas y con sus parejas sexuales. Quienes sean sexualmente activos son capaces de disfrutar mucho del sexo desde la inteligencia sexual, por lo que si una pareja puede percibir sus necesidades y gustos, es seguro que tendrá una vida íntima, saludable, alegre y divertida.
Esta capacidad ayuda a percibir lo que la otra persona quiere y siente en cada momento que practican el sexo. Pero no es posible que la inteligencia sexual sea llevada a cabo sin haber pasado por un autoconocimiento, en el que se hayan explorado las zonas erógenas. La masturbación propia y mutua y los juegos previos son importantes para conocer lo que le gusta a la pareja.
Todo este conocimiento es lo que potencia una sexualidad plena y feliz, aunque la inteligencia sexual no se desarrolla sin la inteligencia emocional. Al gestionar las emociones propias y mejorar la conexión y empatía con el otro, se puede tener una relación de pareja sana sin que se vea afectada.
¿Qué poner en práctica para mejorar la sexualidad?
La sexualidad está presente en la vida en cada persona desde el nacimiento. Es la influencia cultural y, muchas veces, religiosa, que regula la actividad sexual como la masturbación. Otras veces es la baja autoestima o falta de confianza la causa de que no se disfrute el sexo en pareja, evitando descubrir lo que verdaderamente genera placer.
Por eso es importante reflexionar sobre la sexualidad porque no existe una única forma de tener relaciones íntimas, sino que hay un mundo lleno de posibilidades para aprender sobre el sexo y disfrutarlo. Así que, ¿qué poner en práctica para mejorar la sexualidad?
Cuidar la salud
Para que las relaciones sexuales sean más satisfactorias, la FESS recomienda la práctica del ejercicio regular como un potenciador de la líbido y el alivio del estrés para aumentar la testosterona. Algunos problemas médicos o la ingesta de algún fármaco pueden inhibir el deseo sexual, por ejemplo. Si la pareja sigue estos lineamientos, podrá mejorar su actividad sexual.
Conocerse a sí mismo
Antes de comenzar una relación sexual, lo ideal es que la persona se conozca bien a sí misma, saber qué le gusta, qué le excita y cómo llegar al orgasmo. De este modo, la pareja tendrá un encuentro más fructífero y placentera, lo cual es vital para su intimidad y conexión.
Dedicar tiempo
El sexólogo Santiago Frago de la Universidad Camilo José Cela explica que lo mejor para que una pareja se sienta más satisfecha con su sexualidad es dedicarse tiempo. Al dejarse llevar en el encuentro sexual, conocerse, hacerse caricias y darle más espacio al erotismo, van a disfrutar de estímulos y placeres.
Innovar en el sexo
La solución para que el sexo deje de ser aburrido y evitar caer en la monotonía es innovar con estímulos, como los vídeos de pornografía, táctiles como los juguetes sexuales y olfativos como los perfumes y cremas. Adicionalmente, el espacio donde se hará el encuentro sexual es fundamental para vivir una nueva experiencia, hacer cambios de posturas, ritmo y más.
La higiene sexual y reproductiva para aumentar el placer
La higiene sexual tiene un papel primordial en la actividad sexual. No se puede sentir más satisfacción sexual sin una buena higiene que previene las infecciones de transmisión sexual (ITS). La Universidad de Alicante considera que la higiene es un potente afrodisiaco porque el cuerpo está limpio y fresco, lo cual estimula la libido y la pasión.
En los hombres
El Servicio Público de Salud de Reino Unido (NHS) recomienda que los hombres deben lavar su órgano reproductor masculino todos los días, prestando atención al esmegma. Aunque esta sustancia blanquecina actúa como agente antibacteriano y lubricante natural, si se acumula puede reproducir bacterias y causar mal olor.
Las mujeres
La desinformación de la salud sexual y reproductiva de las mujeres es abismal. La industria dedicada a la «higiene vaginal» no es lo apropiado porque no son necesarios los jabones especiales y duchas íntimas. De hecho, los sexólogos aseguran que para sentir más satisfacción sexual es recomendable dejar de usar esos productos que causan irritación y riesgo de infecciones. Una higiene cotidiana con un jabón suave es suficiente, aplicándolo solo en la parte externa de la vulva. La vagina normalmente se limpia con el fluido que transporta los microorganismos de adentro hacia afuera. El NHS desaconseja jabones especiales y geles de ducha.
