La Policía Nacional lo ha arrestado y la gravedad de los hechos lo ha mandado a prisión de manera provisional.
Agentes de la Policía Nacional han detenido a un argelino como presunto autor de un delito de lesiones y otro de robo con violencia. La gravedad de los hechos ha llevado al juez a decretar su ingreso en prisión provisional.
Todo comenzó el pasado sábado, cuando el Grupo de Atención al Ciudadano acudió a un centro donde, presuntamente, se había producido una pelea entre dos internos. Al llegar, un responsable tuvo que ejercer de traductor para explicar lo ocurrido. Según su relato, el detenido había robado ropa a otro usuario. La víctima se lo reprochó y la discusión se convirtió en una agresión brutal.
Los sanitarios que atendieron al agredido constataron lesiones severas: fractura de nariz, pómulo dañado y la pérdida de una pieza dental. Además, fue necesario realizar radiografías craneales ante el derrame detectado. Con estos indicios, los agentes procedieron a la detención del supuesto agresor por un delito de lesiones.
Segunda agresión en plena calle Manacor
Al día siguiente, durante la madrugada, un hombre se detuvo en la calle Manacor para orinar. En ese instante, recibió un puñetazo por la espalda que lo tiró al suelo. Sin defensa posible, la víctima fue golpeada con puñetazos y patadas. Aprovechando su estado, el agresor le arrebató un móvil, una pulsera de oro, un reloj valorado en 4.000 euros y la cartera con su documentación y 350 euros.
El atacante huyó, pero la reacción policial fue inmediata. Tras la llamada de aviso y una breve descripción, dos patrullas comenzaron una batida por la zona. Apenas unos minutos después, localizaron al sospechoso. Llevaba encima todos los objetos sustraídos, excepto el teléfono móvil. Las pertenencias fueron recuperadas y devueltas a su dueño.
Una vez en dependencias policiales, los agentes confirmaron que era el mismo hombre detenido el día anterior por fracturar el pómulo y la nariz a otro interno. Ese hallazgo cerró el círculo.
El agresor pasó a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión provisional. Palma, mientras tanto, respira aliviada tras una detención que frenó en seco una inquietante escalada de violencia en menos de 24 horas.











