El asaltante siguió a su víctima durante horas antes de atacarla en el portal de un edificio y huir con un reloj de lujo.
La Policía Nacional, en colaboración con los Mossos d’Esquadra, ha detenido a un hombre como presunto autor de un robo con violencia perpetrado en Palma a finales de septiembre. El botín: un reloj de alta gama valorado en más de 56.000 euros.
El grupo de Atracos de la Policía Nacional asumió el caso tras la denuncia presentada por la víctima, quien relató cómo fue agredida en el portal de un edificio del casco antiguo mientras se disponía a entrar con dos acompañantes. El ladrón, que había seguido sus pasos durante buena parte del día, aprovechó el instante en que el hombre se quedó solo para actuar con precisión y violencia.
Los investigadores comprobaron que el agresor había seguido discretamente a la víctima durante varias horas por distintas zonas de Palma. Esperó el momento más vulnerable: un portal solitario y una distracción mínima. En cuestión de segundos, se abalanzó sobre él, le torció el brazo y le arrancó el reloj de la muñeca antes de salir corriendo.
Fuera, lo esperaba un segundo cómplice, con quien huyó apresuradamente entre las calles del centro. La operación fue tan rápida como premeditada, un golpe digno de manual para los especialistas en robos de relojes de lujo.
Los agentes del Grupo de Atracos iniciaron una exhaustiva investigación, analizando movimientos, cámaras y testimonios. Las pruebas fueron encajando hasta identificar a los dos presuntos autores, lo que permitió emitir órdenes de búsqueda y detención.
La sorpresa llegó semanas después, cuando uno de los sospechosos fue localizado en Barcelona, a donde se había trasladado tras abandonar Mallorca. Gracias a la colaboración con los Mossos d’Esquadra, fue finalmente arrestado y puesto a disposición judicial.
La investigación sigue abierta para dar con el segundo implicado y tratar de recuperar el reloj sustraído, una pieza de alto valor económico y simbólico.
Este caso vuelve a poner el foco sobre un fenómeno en auge: los robos de relojes de lujo en zonas turísticas y céntricas, donde los delincuentes actúan con frialdad y conocimiento, siguiendo a sus víctimas con precisión milimétrica hasta el momento del ataque.










