La Policía Nacional ha puesto fin a una serie de robos en serie en viviendas unifamiliares y a tres días de alarma.
Golpe certero de la Policía Nacional en Manacor. Dos menores han sido detenidos como presuntos autores de tres robos con fuerza en domicilios de la localidad, cometidos en apenas tres días y siguiendo un patrón milimétrico.
Los hechos se produjeron entre el jueves y el domingo pasados. Tres viviendas, un mismo modus operandi y un escenario repetido: casas unifamiliares, plantas bajas y ausencia total de los moradores. Los ladrones actuaban de día. Siempre antes de las ocho de la tarde. El regreso a casa destapaba el delito.
La Brigada Local de Policía Judicial, especializada en delitos contra el patrimonio, asumió la investigación tras las denuncias. Las primeras pesquisas permitieron confirmar que los asaltos se habían producido en horario diurno. Las víctimas coincidían: al volver por la noche encontraban puertas o ventanas forzadas y el interior revuelto.
Los autores accedían a las viviendas utilizando objetos metálicos para forzar accesos. Una vez dentro, iban directos a lo que buscaban: joyas, dinero en metálico y cualquier objeto de valor fácil de transportar.
Una pieza clave llegó del testimonio de una de las víctimas. Aseguró haber visto el día del robo a dos jóvenes merodeando por la zona. Observaban viviendas. Miraban el interior de coches. No pasaron desapercibidos.
Con esa información, los investigadores intensificaron la vigilancia en varios puntos de Manacor. El cerco se fue cerrando. Finalmente, lograron identificar a los presuntos autores: dos menores de edad.
La detención se produjo en el domicilio de uno de ellos. Allí, los agentes recuperaron gran parte de los efectos sustraídos. Joyas y objetos que ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios tras ser reconocidos.
La investigación, sin embargo, no está cerrada. La Policía ha localizado otros efectos cuya procedencia aún se está verificando. No se descarta que estén relacionados con nuevos robos.
Tres días. Tres casas. Y una misma huella. Manacor recupera la calma mientras la Policía sigue tirando del hilo.










