Derrota de los de Pablo Cano en un intenso partido luchado hasta el final.
El Multiusos Fontes do Sar vivió una noche de baloncesto de las que dejan huella. El Fibwi Mallorca Bàsquet Palma cayó por 99-89 ante el Monbus Obradoiro, pero lo hizo sin resignarse, sin bajar los brazos, mostrando carácter, valentía y un nivel competitivo que confirma que este equipo quiere hacerse un hueco entre los grandes.
Fue un duelo intenso, vibrante, eléctrico. Un partido de los que recuerdan que el baloncesto no siempre premia al que más lo intenta, pero sí revela quién tiene alma de equipo grande.
Un arranque de tú a tú
El inicio dejó claras las intenciones de ambos. Andersson castigaba desde fuera, Obradoiro marcaba ritmo, pero el Fibwi Mallorca respondía con una defensa agresiva, seria, con ese punto de orgullo que sostiene a los equipos en noches complicadas.
El primer parcial, 29-26, fue el reflejo perfecto: igualdad, intercambio de golpes y la sensación de que los de Pablo Cano habían viajado a Santiago a competir, no a mirar.
El segundo cuarto, montaña rusa de emociones
Un breve bajón permitió al Obradoiro abrir una brecha de siete puntos. Pero cada vez que los gallegos amagaban con escaparse, Mallorca replicaba con carácter.
Matulionis, Capalbo, la intensidad general… El 52-47 al descanso dejaba todo abierto. Las sensaciones eran claras: Palma estaba dentro del partido. Y de qué manera.
Tercer cuarto: Mallorca enseña los dientes
El intercambio de canastas subió de tono. Palma jugó con descaro, con ritmo, con esa mezcla de hambre y determinación que ilusiona.
Llegaron a ponerse por delante, 65-67, demostrando que había partido y que Obradoiro iba a tener que sudar cada punto.
Pero Olle Lundqvist emergió para los locales, sosteniendo a su equipo en el tramo más delicado. Aun así, el triple sobre la bocina de Lysander Bracey ponía el 76-71 y mantenía vivo el pulso.
Último cuarto: orgullo hasta el final
Lo intentaron hasta la extenuación. Juan Bocca encendió las esperanzas con dos triples seguidos que recortaron distancias y pusieron el marcador en un tenso 82-77.
Pero cada vez que Mallorca apretaba, Obradoiro respondía desde el perímetro. Diogo Brito, letal, clavó un triple clave. A partir de ahí, Palma siguió remando, pero los gallegos manejaron mejor los últimos minutos.
El 99-89 final sabe a derrota, sí… pero también a advertencia: este equipo no se achica en ninguna pista.
Los nombres propios
- Brian Vázquez, descomunal: 20 puntos y liderazgo silencioso.
- Lucas Capalbo, pura energía, en todos lados: 14 puntos.
- Bracey, decisivo en momentos calientes: 10 puntos y personalidad.
- Brito y Lundqvist, claves para Obradoiro.
- Barcello, doloroso para la defensa mallorquina desde el inicio.










