La semana pasada el tren de Inca sufrió un grave incidente provocado por un grupo, aparentemente de jóvenes, a los que no se les ocurrió otra cosa que comenzar a lanzar piedras contra el convoy cuando salía de la estación de Els Caülls, en Marratxí. Aprovecharon que en estos momentos el tren circulaba a poca velocidad.

Este acto salvaje provocó, según un vecino que se puso en contacto con diariodemarratxi.com, la rotura de los cristales, de al menos, dos ventanas. La intencionalidad del acto y la mala fortuna hizo que una de las piedras lanzadas impactara contra la cabeza de una pasajera, lo que le causó una herida, que según el testigo, le manaba abundante sangre. Según informaciones recibidas, la mujer fue atendida en la estación de Inca, donde le esperaba una ambulancia, la herida en la cabeza, por fortuna, no revistió gravedad.
Lógicamente el lanzamiento de las piedras causó un gran susto a la mayoría de pasajeros, alguno de ellos, según nos cuentan, incluso se lanzó al suelo.
Los agentes del cuartel de la Guardia Civil del Pont d’Inca han iniciado una investigación para localizar a los responsables de este acto vandálico que ha puesto en peligro la seguridad de los pasajeros. Por fortuna solo hay que lamentar las heridas sufridas por la mujer, no queremos pensar que hubiese ocurrido si el impacto lo hubiese sufrido un niño pequeño o un bebé.