El consistorio de Virgilio Moreno modificará la ordenanza y blindará su espacio público contra la discriminación.
El Ajuntament d’Inca dará este jueves un paso firme para blindar el espacio público frente a discursos de odio. En el pleno municipal se aprobará la modificación de la Ordenanza reguladora de instalaciones y actividades publicitarias, una reforma clave que incorpora medidas específicas contra la publicidad discriminatoria, violenta o que incite al odio.
Tolerancia cero ante los mensajes que dividen
La nueva normativa establece que toda publicidad deberá respetar la dignidad humana, la igualdad y los derechos fundamentales. Quedarán prohibidos los contenidos que inciten al odio, a la discriminación o a la violencia, ya sea en soportes municipales, vallas privadas o elementos móviles visibles desde la vía pública.
En caso de incumplimiento, el Ayuntamiento podrá ordenar la retirada inmediata de la publicidad y establecer responsabilidades solidarias entre titulares, empresas y anunciantes.
Las sanciones por infracciones muy graves podrán alcanzar los 30.000 euros, y el Consistorio se reserva el derecho a actuar de oficio para eliminar cualquier contenido ofensivo. Además, se ha creado un canal de denuncia ciudadana para facilitar la comunicación de posibles vulneraciones y, si es necesario, trasladarlas a la Fiscalía.
Defensa activa de la convivencia y los derechos humanos
El regidor d’Urbanisme, Andreu Caballero, ha sido claro: “Queremos proteger el espacio público como un lugar de respeto y convivencia. No permitiremos que las vallas publicitarias se conviertan en altavoces de discursos de odio”.
Por su parte, el batle de Inca, Virgilio Moreno, ha afirmado: “Inca es un municipio diverso y abierto. La cultura de paz y el respeto mutuo son valores esenciales que deben reflejarse en cada rincón de nuestra ciudad”.










