Inca rinde homenaje a Pablo Ferrer Madariaga con la colocación de una Piedra de la Memoria.
Inca ha celebrado este sábado un emotivo acto en memoria de Pablo Ferrer Madariaga, comandante del Batallón de Cazadores de Ceuta. Fue fusilado el 3 de diciembre de 1936 en Melilla por su lealtad a la legalidad democrática. En presencia de su familia y autoridades, se ha colocado una Piedra de la Memoria en el Quarter General Luque, símbolo de recuerdo y justicia.

Este homenaje se enmarca dentro del ciclo «Inca té Memòria», impulsado por el Ayuntamiento con el objetivo de recuperar la memoria histórica y rendir tributo a las víctimas de la represión. El evento ha contado con la participación de familiares, representantes institucionales, entidades memorialistas y ciudadanos comprometidos con la preservación de la memoria democrática.
Durante su intervención, la regidora de Cultura y Memoria Democrática, Alice Weber, subrayó la importancia del acto: «Hoy estamos aquí porque la ciudad de Inca quiere reconocer a Pablo Ferrer Madariaga como él hubiera deseado, recordarlo como merece y abrazar a su familia, que ha sufrido un olvido injusto durante demasiadas décadas. Es deber de las instituciones pedir perdón y recordar lo que nunca debe repetirse, desde el reconocimiento, la condena y la memoria histórica.»

Por su parte, el alcalde de Inca, Virgilio Moreno, reafirmó el compromiso de la ciudad con la memoria y la reparación: «Con este acto, Inca renueva su compromiso con la memoria histórica, recordando a quienes sufrieron persecución e injusticia, muchos de los cuales murieron defendiendo la democracia y sus ideales, como Pablo Ferrer.»
La historia de Pablo Ferrer Madariaga
Nacido en 1896, Pablo Ferrer era hijo de Pedro Ferrer Alzina, teniente coronel de Infantería y exalcalde de Inca, y de Severa Madariaga Basterrechea, maestra y defensora de la educación para todos los niños y niñas. A los 16 años ingresó en la Academia de Armas de Salamanca para formarse como oficial.
En julio de 1936, como comandante del Batallón de Cazadores de Ceuta n.º 7, se negó a secundar el golpe militar contra el gobierno legítimo. Por su lealtad a la democracia, fue detenido, sometido a un consejo de guerra y condenado a muerte el 19 de noviembre de 1936. El 3 de diciembre del mismo año fue fusilado junto al capitán Josep Rotger Canals.
Este acto es el primero de una serie de iniciativas que buscan reparar su memoria y reconocer su figura. En el próximo pleno municipal, el Ayuntamiento de Inca presentará una propuesta para apoyar la solicitud de declaración de reparación y reconocimiento personal de acuerdo con el artículo 6 de la Ley de Memoria Democrática.

Esta solicitud será presentada por Severa Pons Ferrer, sobrina de Pablo Ferrer, ante el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática. La iniciativa responde a la declaración de ilegalidad del consejo de guerra que lo condenó y la nulidad de la sentencia dictada en su contra.

Además, el consistorio tiene previsto dedicar el Memorial de l’Oblit de 2026 a su figura, junto con otras acciones para asegurar que su legado no caiga en el olvido.