Inca finaliza su proyecto verde Illa de Calor para combatir el calor urbano con más sombra y naturaleza.
El Ayuntamiento de Inca ha finalizado las obras del Proyecto de Mitigación de la Isla de Calor (Illa de Calor). Es una iniciativa clave para adaptar la ciudad al cambio climático, mejorar el confort térmico en espacios públicos y reducir los efectos de las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas.
“Damos un paso más hacia una Inca más verde, saludable y habitable. Ganamos sombra, calidad ambiental y reforzamos nuestra infraestructura verde”, ha afirmado el alcalde, Virgilio Moreno.

Un escudo verde contra el calor
El proyecto se ha centrado en tres áreas del polígono industrial de Inca:
- Carrer dels Menestrals,
- Carrer Ferrer,
- y Carrer Quarter.
En estas zonas se han plantado nuevos árboles, mejorado el mobiliario urbano y ampliado las áreas de sombra. La prioridad ha sido sustituir especies en mal estado por otras más resistentes y adaptadas al entorno mediterráneo, además de crear recorridos peatonales más agradables y accesibles.
Estas actuaciones buscan bajar la temperatura superficial, reducir la exposición a la radiación solar y mejorar la calidad del aire mediante la captura de CO₂ y la producción de oxígeno.
Mejor calidad de vida
Entre las actuaciones más destacadas:
- En la rotonda frente al cementerio, se han plantado nuevos Fraxinus excelsior para reforzar la continuidad arbórea.
- Frente al tanatorio, se han sustituido árboles frutales deteriorados por Populus alba y Pinus pinea, consolidando un auténtico bosque urbano.
- En el área de juegos infantiles, se ha incrementado la masa forestal para dar sombra en verano.
- En el Carrer Ferrer, se ha aumentado la cobertura arbórea con Celtis australis, mejorado el parque canino y reforzado el sistema de riego.
- En el Carrer Quarter, se han plantado Ceratonia siliqua (algarrobos) y se ha restaurado el camino peatonal para mejorar la accesibilidad.
Sostenibilidad urbana
El proyecto está en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Estrategia Europea de Adaptación al Cambio Climático, reforzando el compromiso de Inca con un modelo urbano más resiliente, verde e inclusivo.
Este plan también forma parte del Plan de Gestión del Arbolado Público del municipio, que establece estrategias a largo plazo para consolidar y cuidar la infraestructura verde de la ciudad.
Gracias a esta actuación, Inca gana en habitabilidad, salud pública y sostenibilidad. Más sombra y vegetación no solo reducen el calor, sino que mejoran el bienestar de la ciudadanía, fomentan el uso del espacio público y ayudan a mitigar los efectos del cambio climático a escala local.










