Los presuntos autores querían hacer creer que llevaban semanas viviendo en esa casa de Calas de Mallorca.
La Policía Nacional en Manacor ha intervenido para que un inmueble no sea okupado. Desmontaron los argumentos de los presuntos autores que aseguraban que llevaban semanas allí viviendo.
Una familia recién llegada a Mallorca okupo una casa en Manacor, en la zona de Calas de Mallorca. Un vecino avisó al 091 de lo ocurrido.
Una patrulla de la Policía se dirigió al lugar y los okupas intentaron engañar a los agentes haciéndoles creer que llevaban varias semanas viviendo en dicha vivienda. Se negaban a irse, por lo que en ese momento sólo se procedió a identificar a estas personas.
No obstante se continuaron gestiones tendentes a la comprobación de los hechos. Tras localizar al día siguiente a los legítimos propietarios confirmaron que habitualmente visitaban la vivienda en cuestión y que justo en la mañana del día anterior habían estado realizando varios arreglos en la misma y la habían dejado perfectamente cerrada.
Entre la denuncia y la versión de varios testigos, fueron claves para sacar a los okupas del inmueble.
Los perjudicados inmediatamente se dirigieron a la Comisaría en Manacor a interponer la correspondiente denuncia. De forma paralela ayudaron a la Policía a localizar a varios testigos, vecinos de la zona, que certificaron que la “okupación” se había producido la tarde anterior, que fue cuando actuó la primera patrulla, aportando además imágenes de la misma.
Ante tales circunstancias, acudieron a la vivienda dos patrullas, a fin de que informaran a los que okuparon el domicilio, de que se tenían que ir del lugar de forma inmediata. Los okupas se negaron éstos de forma reiterada, intentando volver a engañar a los policías haciendo creer que llevaban semanas viviendo allí. Añadieron que tenían allí menores y se encontraban en una situación de vulnerabilidad y, por ello, no se les podía echar.
Por dicho motivo se tuvieron que personar en el lugar otras dos dotaciones policiales de apoyo intentando de nuevo mediar durante un tiempo haciendo entender a los okupas su obligación de abandonar el lugar, ya que si bien en un principio habían sido denunciados como presuntos autores de un delito leve de ocupación, el hecho de que continuasen negándose de forma reiterada a obedecer las indicaciones de los agentes les conllevaría la comisión de un delito de desobediencia grave a los Agentes de la Autoridad, por lo que serían detenidos.
Ésta familia se dio cuenta de que los avisos de la policía iban en serio y no le quedaba más remedio que irse de esa casa o terminar detenidos, no sin antes amenazar con que se iban, pero buscarían otra casa para ocupar.
La vivienda fue recuperada por sus legítimos propietarios, teniendo que destacar la situación en la que la ocupación había puesto a los dueños, los cuales estaban a punto de firmar la venta de la propiedad y de haber perdurado la estancia de los ocupas, se pudiera haber perjudicado la misma y no llevarse a cabo con el más que evidente perjuicio.
La Policía quiere recordar la importancia de la colaboración ciudadana y de la necesidad de que ante éste tipo de hechos se avise lo antes posible al 091 ó al 112, de forma que la Policía pueda actuar de forma inmediata y evitar así que se puedan alargar las estancias de los okupas en las vivienda, ya que cuanto más tiempo pasa más dificulta su recuperación a los legítimos propietarios.
