¿Te ha salido una sandía pálida y sin sabor? Descubre las formas más sabrosas y creativas de aprovecharla sin tirarla.
Abrir una sandía en pleno verano puede ser como destapar una caja sorpresa. Puedes encontrar una fruta deliciosa que haga que valga la pena el precio que has pagado o encontrarse con una pulpa pálida, insípida y lejos de la jugosidad esperada puede ser una decepción. Frena tu impulso de tirarla. Tenemos buenas noticias para ti. Incluso una sandía poco gustosa puede tener una segunda vida en la cocina. Su alto contenido en agua, su textura firme y su sutil dulzor ofrecen opciones sorprendentes si se sabe cómo tratarla.
Agua de sandía: hidratación con sabor natural
Una de las formas más sencillas y efectivas de aprovechar una sandía sin gracia es convertirla en agua saborizada. Solo tienes que triturarla, colarla y añadir un toque de lima, menta fresca o jengibre. Servida bien fría, se convierte en una bebida refrescante, ligera y perfecta para los días calurosos.
Gazpacho o sopa fría: original y nutritiva
Su sabor neutro es una ventaja si se mezcla con tomate, pepino, pimiento y vinagre. El resultado: un gazpacho diferente, con un toque afrutado y refrescante. También se puede preparar una sopa fría combinándola con yogur natural, un poco de sal y unas hojas de hierbabuena.
Ensaladas con contraste: ideal para combinar
En cubos, junto a queso feta, pepino o rúcula, incluso una sandía sin vida se convierte en un ingrediente excelente. Su textura aporta frescura y, al no tener un sabor intenso, realza los matices del resto de ingredientes, especialmente si se adereza con un chorrito de vinagre balsámico.
Sorbete o granizado: dulce y refrescante
Aunque le falte dulzor, al congelarla y triturarla con un poco de azúcar, limón o incluso miel, la sandía se transforma en un postre ideal. Los granizados o sorbetes son fáciles de preparar y agradecen una base acuosa como esta.
Salteada o asada
Una opción menos conocida, pero muy interesante, es pasarla por la plancha o el horno. Su sabor se intensifica, se carameliza ligeramente y puede acompañar platos salados. Funciona bien con un toque de sal, aceite de oliva y pimienta negra.
Cubitos para bebidas o cócteles
Tritura la sandía y congélala en bandejas de cubitos. Estos hielos con sabor suave son perfectos para dar un toque especial a agua con gas, tés fríos o cócteles sin que se agüe la bebida al derretirse.