Señalan que el patrimonio de Palma está en la cuerda floja por la no ampliación del Catálogo de Protección de Edificios y Elementos de Interés Histórico, Artístico, Arquitectónico y Paisajístico.
Més per Palma ha denunciado públicamente que la protección del patrimonio urbano de Palma atraviesa un momento crítico. Explican que la no ampliación del Catálogo de Protección de Edificios y Elementos de Interés Histórico, Artístico, Arquitectónico y Paisajístico, sumada a la aprobación de la nueva ley urbanística impulsada por PP y Vox, ha dejado desprotegidos más de 250 edificios en el núcleo urbano y cerca de 330 bienes etnológicos en suelo rústico.
Señalan que esta situación supone una «regresión urbanística y patrimonial alarmante». Según ha señalado la regidora Kika Coll, “el retraso deliberado en la aprobación del catálogo está siendo aprovechado para otorgar licencias que desfiguran barrios históricos como el centro antiguo, Santa Catalina, Es Jonquet, El Terreno o el Eixample”.
La formación reclama medidas urgentes y acusa al actual equipo de gobierno del PP de actuar con una «doble vara de medir», protegiendo el monolito de Sa Feixina con el máximo nivel, mientras permite demoliciones y reformas agresivas que afectan a la fisonomía histórica de la ciudad. Casos como la reciente autorización de derribo en la calle Miquel Santandreu, en los Hostalets, evidencian esta tendencia.
Además, alertan de que la nueva Ley de Proyectos Residenciales Estratégicos impulsada por PP y Vox no solo pone en riesgo el patrimonio, sino que tampoco resuelve problemas estructurales como la vivienda, el acceso al agua o la gestión de residuos.
Propuestas de Més per Palma:
- Aprobar sin más demoras la ampliación del catálogo patrimonial.
- Suspender cautelarmente las licencias que afecten bienes históricos.
- Crear una comisión de seguimiento con participación ciudadana.
- Publicar mensualmente todas las licencias en zonas protegidas.
- Impulsar un modelo urbanístico sostenible y respetuoso con la identidad de Palma.
“El patrimonio urbano forma parte de lo que somos como ciudad. No podemos permitir que intereses especulativos lo destruyan”, ha concluido Kika Coll. “El tiempo de las excusas se ha acabado.”