Exigen la apertura inmediata de las Áreas de Aportación financiadas con fondos europeos ya terminadas en Pòrtol y Son Verí.
Més per Marratxí denuncia la improvisación y falta de planificación del Ayuntamiento liderado por Jaume Llompart en la gestión del sistema de recogida puerta a puerta. Señalan que las Áreas de Aportación de Pòrtol y Son Verí, terminadas y equipadas con 595.594,61 € de fondos europeos Next Generation, permanecen cerradas, generando un perjuicio directo a los vecinos y un riesgo económico y administrativo para el municipio.
Áreas de Aportación: infraestructura lista, uso bloqueado
Insisten en que el proyecto ‘Implementació de recollida porta a porta i creació d’àrees d’aportació’ del Govern de les Illes Balears obliga a Marratxí a tener estas infraestructuras operativas, vigiladas y equipadas. Sin embargo, las instalaciones de Pòrtol y Son Verí, completamente finalizadas y pagadas con fondos europeos, siguen cerradas. Según Més per Marratxí, esta decisión es “incomprensible y un despropósito” dado que forman parte esencial del modelo de recogida.
La portavoz de la formación ecosoberanista, Aina Amengual, ha denunciado públicamente la situación: “Es irresponsable tener equipamientos pagados con dinero público sin utilizarlos. Las Áreas de Aportación no son un lujo: son la base del servicio y un compromiso con los fondos europeos”.
Vecinos atrapados por la mala gestión
La falta de funcionamiento de las áreas del gobierno municipal de PP y Vox agrava los problemas existentes. En barrios como Camí de Can Rafel, Can Domingo y sa Comuna, los camiones no acceden a calles con la anchura mínima, obligando a los vecinos a transportar manualmente los cubos hasta los puntos de recogida. Esto genera:
- Carga innecesaria para familias y trabajadores.
- Afectación grave a personas mayores o con movilidad reducida.
- Riesgos de salubridad y derrames.
- Evidente mala planificación por parte del Consistorio.
La primera fase del servicio —es Figueral, ses Vinyes de Son Verí, es Caülls, sa Cabaneta y Sant Marçal— se lanzó sin habilitar las Áreas de Aportación previstas, incumpliendo los documentos técnicos del proyecto y provocando acumulación de residuos y trayectos adicionales.
«No puede ser que el puerta a puerta obligue a vecinos a cargar el cubo hasta el coche y conducir para poder sacar la basura. Es una muestra clara de que el servicio está mal planificado y peor ejecutado», ha remarcado Amengual.
Impacto del cierre de las Áreas de Aportación
El cierre de estas infraestructuras ha multiplicado las incidencias y permite que se produzca el llamado turismo de residuos: los vecinos de zonas donde ya está implantado el sistema trasladan basura a urbanizaciones aún no cubiertas, afectando el control y eficiencia del servicio.
Además, mantener cerradas las Áreas de Aportación conlleva riesgos claros:
- Posibles infracciones administrativas y sanciones.
- Devolución de los fondos europeos recibidos.
- Pérdida de credibilidad institucional.
- Perjuicio económico directo para Marratxí.
Reclamaciones de Més per Marratxí
- Apertura inmediata de las Áreas de Aportación de Pòrtol y Son Verí.
- Puesta en marcha de todas las Áreas de Aportación previstas en el proyecto europeo.
- Revisión urgente del servicio puerta a puerta para garantizar que los camiones accedan a todas las calles, incluyendo Camí de Can Rafel, Can Domingo y sa Comuna.
- Soluciones inmediatas para todas las zonas afectadas por la implantación deficiente del servicio.
- Transparencia total sobre la ejecución y cumplimiento del proyecto financiado con fondos Next Generation.
La planificación ignorada y el coste para Marratxí
Para Més, los problemas actuales eran previsibles y habían sido advertidos antes del inicio del servicio. La falta de previsión del Ayuntamiento ha convertido la recogida puerta a puerta en un sistema caótico, que obliga a los vecinos a asumir cargas y riesgos que deberían evitarse.
El uso inadecuado de los fondos europeos no solo representa un despilfarro económico, sino que pone en duda la gestión política y la credibilidad del equipo municipal, afectando la confianza de los ciudadanos y la reputación del municipio en Baleares.
