El problema ha surgido tras unas obras de saneamiento y gestión de aguas fecales vinculadas a una nueva promoción inmobiliaria.
Més per Marratxí alza la voz contra el consistorio presidido por Jaume Llompart haciéndose eco de las quejas vecinales. Lo que era un tranquilo rincón residencial de Marratxí se ha convertido en un lodazal cada vez que llueve. La costa de Can Domingo, en sa Cabaneta, sufre desde hace semanas acumulaciones constantes de agua a causa de unas obras de saneamiento y gestión de aguas fecales vinculadas a una nueva promoción inmobiliaria.
Y lo peor, según los vecinos, es que antes de esas obras no pasaba. Ahora, cada aguacero deja calles anegadas, coches atrapados y vecinos indignados.
Las imágenes son elocuentes: tramos enteros bajo el agua, pasos imposibles y un peligro evidente para peatones y vehículos.
El Ayuntamiento, mientras tanto, guarda silencio.

Més pone en jaque al equipo de PP y Vox
Pero Més per Marratxí no piensa dejar pasar el asunto. El partido ha recogido las quejas vecinales y exige una actuación inmediata al equipo de gobierno municipal, al que acusa de falta de control y previsión en la ejecución de las obras.
Según denuncian los residentes, las obras habrían alterado el drenaje natural del terreno. Nadie sabe con certeza si se trata de la instalación de una depuradora o de un sistema de bombeo de aguas residuales, pero el resultado está a la vista: cada vez que llueve, la calle se convierte en una piscina.
Los vecinos hablan claro y Més escucha la voz que el equipo de gobierno esquiva como si mirar hacia otro lado fuera a arreglar el problema.
El deficiente control técnico y la falta de transparencia del Ayuntamiento agravan una situación que, en pleno siglo XXI, parece más propia de un municipio sin gestión que de uno de los más prósperos de Mallorca.
La portavoz de MÉS, Aina Amengual, ha sido tajante: “Estas obras han provocado una situación que antes no existía. Los vecinos están preocupados y reclaman explicaciones y soluciones. No puede ser que una actuación urbanística acabe perjudicando la vida cotidiana de la gente”.
Més ha registrado formalmente la queja y reclama una inspección técnica inmediata. Además, exige al Ayuntamiento:
- Un informe técnico urgente sobre las obras ejecutadas.
- Una revisión exhaustiva del drenaje y de los posibles errores de planificación.
- Soluciones rápidas y eficaces antes de que las lluvias agraven la situación.
El partido ecosoberanista advierte que no se quedará de brazos cruzados: llevará el caso a los órganos municipales competentes y vigilará que se actúe con transparencia y responsabilidad.
En defensa de los vecinos
Mientras los vecinos sortean charcos y barro, el Ayuntamiento de Marratxí vuelve a quedar bajo la lupa de la oposición.
La mala gestión de las obras públicas, la ausencia de control técnico y la falta de comunicación con los afectados dibujan un panorama preocupante para una administración que debería velar por el bienestar ciudadano, no entorpecerlo.
El mensaje de Més per Marratxí es claro: “El Ayuntamiento debe actuar con rapidez y transparencia. Los vecinos necesitan respuestas, pero sobre todo, soluciones efectivas antes de que las lluvias conviertan Can Domingo en una zona intransitable”.
Una vez más, la realidad supera la propaganda institucional. El asfalto no miente, el agua tampoco. Y en Marratxí, lo que se está desbordando no es solo la calle: es la paciencia de sus vecinos.










