Més per Palma denuncia la construcción de una carretera que facilitará la expansión urbanística y afectará la calidad de vida de los vecinos.
Més per Mallorca critica que el Ayuntamiento de Palma, dirigido por el popular Jaime Martínez, ha dado luz verde a un polémico proyecto que transformará radicalmente la zona de Son Bordoy, en Es Molinar. La decisión implica la construcción de una carretera de 22 metros de ancho que atravesará en diagonal la última gran área agrícola del barrio. Para Més per Palma, esta actuación supone un ataque directo al territorio, agravará la presión urbanística y reducirá la calidad de vida de los vecinos.
Consecuencias para el futuro
La regidora de Més per Palma, Neus Truyol, ha criticado duramente la medida, asegurando que “no tiene justificación en términos de movilidad” y responde exclusivamente «a intereses especulativos».
“El PP ha abierto la puerta a una nueva oleada de hormigón y cemento en Es Molinar. La historia nos demuestra que, cuando se construye una carretera en suelo rústico, el siguiente paso es su urbanización. Esta es la peor consecuencia de la peor decisión”, advirtió Truyol.
La regidora recordó que el Plan General de 2023, aprobado en la legislatura anterior, ya contemplaba una alternativa para evitar el daño ambiental: un vial que bordeaba la zona urbana, permitiendo la pacificación del tráfico sin afectar el suelo agrícola. La nueva propuesta del PP incumple ese plan y cambia por completo el modelo previsto para la ciudad.
Más tráfico, menos sostenibilidad
La aprobación de este proyecto generará un aumento del tráfico en Es Molinar, con más coches, más ruido y menos calidad de vida para los residentes. Además, desde Més per Palma advierten que la pérdida de la última reserva agraria del barrio afectará directamente la soberanía alimentaria de la ciudad y la lucha contra el cambio climático.
“No podemos permitir que el gobierno municipal del PP condene esta zona a la especulación inmobiliaria”, subrayó Truyol.
Lucha vecinal
La defensa de Son Bordoy no es nueva. Durante más de diez años, colectivos vecinales y ecologistas han trabajado para preservar esta área de gran valor agrícola e histórico. Sin embargo, la nueva decisión del Ayuntamiento deshace los avances logrados en las últimas legislaturas y apuesta nuevamente por un modelo de crecimiento basado en la especulación y el beneficio de los grandes promotores.
Además de la polémica en Son Bordoy, Truyol ha valorado negativamente el nuevo Decreto de Proyectos Residenciales Estratégicos de Palma, aprobado por el Gobierno autonómico del PP, que facilitará la construcción de viviendas a precios elevados, beneficiando principalmente a los grandes promotores inmobiliarios.
“El decreto permitirá construir más viviendas, pero a precios más altos. Es decir, más negocio para los de siempre”, denunció Truyol.
Hasta ahora, el Plan General garantizaba que al menos la mitad de los nuevos pisos fueran de protección oficial con precios asequibles. Sin embargo, el PP ha cambiado la normativa para que los pisos protegidos sean de precio limitado, lo que en la práctica supone que serán más caros y menos accesibles para la mayoría de familias.
“La decisión del PP hará que los promotores inmobiliarios se llenen los bolsillos mientras las familias siguen siendo expulsadas de su propia ciudad”, concluyó Truyol.