Los futuros adjudicatarios se harán cargo del mantenimiento, limpieza y accesibilidad de los litorales, así como de las instalaciones de temporada.
La Junta de Govern de Cort ha dado luz verde a la licitación que definirá el futuro de las playas de Palma entre 2026 y 2029. Un contrato clave que regula la explotación del Dominio Público Marítimo Terrestre y que introduce un nuevo modelo basado en sostenibilidad, accesibilidad universal y gestión inteligente. El proyecto incluye una prórroga opcional de cuatro años y marca un cambio profundo en la forma en que se gestionan los servicios y la atención al usuario.
El concurso se estructura en lotes individuales por playa —Cala Major, Ciutat Jardí, Cala Estància y Platja de Palma— mientras que Can Pere Antoni dispondrá de una concesión específica para 2026-2028.
Más calidad, más control y más responsabilidad
La teniente de alcalde y portavoz municipal, Mercedes Celeste, subraya que el proceso premiará “la calidad de los proyectos, la sostenibilidad y la innovación”. No se trata solo de gestionar hamacas o sombrillas. El contrato obliga a asumir mantenimiento, limpieza, accesibilidad, casetas de socorrismo, duchas, lavapiés, baños públicos y retirada de posidonia, además de la recogida selectiva de residuos.
ada concesionario deberá garantizar playas limpias dos veces al día durante la temporada alta —desde la vigilia del Domingo de Ramos hasta octubre— y una limpieza semanal en los meses de invierno. Las instalaciones deberán estar operativas desde el inicio de la temporada de baño y adaptarse a los picos de demanda.
Cifras que marcan la temporada
La licitación define con precisión la distribución de hamacas, sombrillas y equipamientos:
- Cala Major: 250 hamacas, 125 sombrillas y un quiosco.
- Can Pere Antoni: 94 hamacas y 47 sombrillas.
- Ciutat Jardí (El Peñón): 288 hamacas, 144 sombrillas y un quiosco.
- Cala Estància: zona adaptada con barreras de acceso al agua, 24 asientos para personas con movilidad reducida, 132 hamacas y 66 sombrillas.
- Platja de Palma: 4.436 hamacas, 2.218 sombrillas y dos cambiadores inclusivos.
La novedad estrella es la zona accesible de Cala Estància, diseñada para mejorar el baño asistido y ofrecer sombra y comodidad a usuarios con movilidad reducida. Un avance que refuerza el compromiso con la accesibilidad universal, presente también en otras playas mediante pasarelas y módulos adaptados.
Revolución digital en 2027
Una de las grandes transformaciones llegará con la obligatoriedad de una plataforma digital de gestión inteligente. Será implementada en todas las playas a partir de 2027, aunque se valorará como mejora si los adjudicatarios la ponen en marcha ya en 2026.
Esta plataforma permitirá reservar y pagar hamacas, sombrillas y otros servicios mediante un sistema claro, accesible y con planos interactivos. La digitalización pretende mejorar la experiencia del usuario y ordenar la ocupación de los litorales.
El canon anual mínimo global será de 3.519.760 euros, distribuidos entre las diferentes playas, lo que sitúa esta licitación como una de las más importantes del litoral mallorquín. Con ello se asegura la financiación de un modelo más exigente, pensado para posicionar las playas de Palma como espacios sostenibles, accesibles y mejor gestionados.










