ARCA ha sacado adelante la restauración de los bancos centenarios de la iglesia de Es Pont d’Inca gracias al carpintero Raúl Fullana, que ha realizado el trabajo de manera altruista. Ha sido posible tras la denuncia de la asociación del abandono de los muebles.
Los bancos centenarios de la iglesia de Es Pont d’Inca se han salvado. Al menos parcialmente. Han sido restaurados por el carpintero Raúl Fullana Aguirre.
Cabe recordad que el pasado 8 de julio la Asociación para la Revitalización de los Centros Antiguos (ARCA) denunció el abandono por parte de la parroquia de Es Pont d’Inca de unos bancos centenarios en la plaza de la Iglesia. Tras llamar la atención sobre este hecho, se produjo una rápida reacción de la regiduria de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Marratxí impidió la recogida selectiva -y más que probable destrucción- de los bancos, que fueron trasladados a un depósito municipal a la espera de una posible restauración que permitiera rehabilitarlos.
Después de un cuidado trabajo y gracias a la iniciativa de ARCA y el apoyo altruista de Raúl Fullana Aguirre, maestro artesano y vecino del Pont d’Inca, estos bancos han sido recuperados de nuevo para el pueblo. Desde ARCA informan de que no ha sido posible recuperarlos en su estado y tamaño originales debido al considerable destrozo que sufrieron, pero aseguran que se ha recuperado considerablemente su esencia y, por tanto, «se han salvado estos elementos patrimoniales con todas las vivencias y la memoria histórica que conllevan».
En la primera mitad del siglo XX, en plena posguerra, se encargó al carpintero Bartolomé Salvá Beltrán la realización de los bancos. Par encargo que le supuso un cambio de domicilio, trasladándose desde su Inca natal al Puente de Inca, hecho que al pueblo le valió el mote de «Inquero». Los bancos eran de estilo clásico para la época, realizados en madera maciza de sapeli y pino mallorquín, compuestos originalmente por dos cuerpos de asientos unidos con un pie central separador y dos pies de cierre en sus laterales. Eran bancos robustos y construidos para durar, provistos de filigrana de marquetería en la parte superior, en forma de celos. Sorprendentemente, como se ha señalado, estos bancos fueron rechazados por la iglesia bajo el pretexto de que presentaban deterioro por la carcoma, pero nada que no se pudiera solucionar.
La recuperación de estos bancos -comenta Raül Fullana- se inició después de ver por el Instagram de ARCA una foto en la que aparecían rotos y dejados en la plaza de la Iglesia para su recogida selectiva. “Era una pena perder a estos bancos, que al fin y al cabo forman parte del patrimonio de nuestro Municipio. Una vez visto lo que quedaba de los bancos, vi que era posible recuperar una parte, aunque no en las medidas originales, pero sí respetando su origen constructivo. Durante un par de meses, sin prisas, fui realizando la restauración en mi taller de carpintería”. Con el fin de dejar constancia del trabajo realizado, tomó diferentes fotos del proceso de restauración, de las que se adjuntan un par.
Según fondos provenientes del propio Ayuntamiento de Marratxí, los bancos restaurantes serán instalados en el vestíbulo de la recientemente restaurada Escola Vella del Pont d’Inca, junto con una placa donde se contará brevemente su historia. *De esta forma las personas del pueblo podrán volver a disfrutar de su elegante presencia y recordar así el significado y protagonismo que en su momento tuvieron para la ciudadanía de Marratxí.
