La Policía Local de Palma investiga a un joven por un delito de atentado contra agentes de la autoridad y dos delitos contra la seguridad vial.
Un joven de 26 años terminó detenido tras estrellar su coche en la rotonda de Pere Cabrer, conducir con una elevada tasa de alcohol y atacar a los policías que intentaban intervenir.
Eran las 22:00 horas cuando la Base del 092 envió a una patrulla del Distrito Litoral hacia la rotonda. El aviso hablaba de un accidente, pero lo que los agentes encontraron superaba el parte inicial: un vehículo incrustado en la isleta central y un conductor tambaleante, con claros síntomas de embriaguez.
Nada más ser informado de que se le realizaría la prueba de alcoholemia, el joven reaccionó con una hostilidad creciente. Primero intentó abandonar el coche, ignorando las indicaciones policiales. Después, y al ser retenido por motivos de seguridad, arremetió físicamente contra los agentes. La situación obligó a detenerlo de inmediato.
Una tasa que triplica el límite y una negativa contundente
Minutos después, una dotación de la Unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC) se encargó de la prueba. El resultado de la primera medición fue demoledor: 0,89 mg/l, más del triple de lo permitido. Aun así, el conductor se negó de manera persistente a realizar la segunda prueba obligatoria.
Cada minuto que avanzaba, la tensión crecía. Entre insultos, amenazas de muerte y una actitud cada vez más violenta, el traslado a dependencias policiales se convirtió en un despliegue de autocontrol por parte de los funcionarios.
La Policía Local de Palma lo investiga por un delito de atentado contra agentes de la autoridad y dos delitos contra la seguridad vial: conducción bajo la influencia del alcohol y negativa a realizar las pruebas reglamentarias.
Tras las diligencias de la Sala de Atestados, el detenido quedó en manos de la autoridad judicial.










