Un hombre se enfrenta a una petición de dos años de prisión acusado de acoso telefónico durante años a un vecino de Marratxí.
Un hombre se enfrenta a una petición de dos años de prisión por un presunto caso de acoso telefónico continuado contra un vecino de Marratxí. Es lo que pide el denunciante, además de una indemnización de 6.000 euros.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular defienden que el acusado habría facilitado los números de teléfono de la víctima a distintas empresas y servicios para que recibiera cientos de llamadas. De este modo se sucedieron tanto bromas telefónicas como negocios y particulares, entre 2017 y 2021.
El afectado relató en ante el tribunal el infierno que padeció durante años junto a su mujer con llamadas a todas horas, incluso de madrugada. No paraban de recibir llamadas masivas desde agencias de viajes, inmobiliarias, talleres y servicios sexuales.
La víctima tuvo que recibir atención psicológica. Y es que, según el Ministerio Público, el acusado habría contratado al menos 36 bromas telefónicas.
Una amistad, un conflicto y camino directo al infierno. Al parecer, el origen de todo está en una disputa económica en 2015. Exponen que el acoso finalizó cuando el agente fue detenido por sus propios compañeros.
Por su parte, el acusado ha negado rotundamente los hechos y que realmente él ha sido el que ha recibido amenazas por parte del denunciante.
Las versiones de los peritos informáticos contratados por cada parte difieren y son contradictorias.
Ahora la justicia dictará su veredicto.