Han colocado una placa conmemorativa en recuerdo del agente que falleció en 2006 tras 23 años de servicio.
La Policía Local de Palma ha rendido un sentido homenaje a Joan Tur, agente fallecido el 1 de mayo de 2006, muy querido y respetado por sus compañeros y compañeras. El homenaje, presidido por el concejal de Seguridad Ciudadana y Civismo, Miquel Busquets, comenzó con un discurso del jefe de la Policía Local, Guillem Mascaró, en el que recordó la trayectoria profesional del sargento Tur. El acto principal consistió en el descubrimiento de una placa conmemorativa en el tatami donde durante años impartió clases de defensa personal, una de sus grandes pasiones. Posteriormente, el que fue su compañero profesional durante muchos años y una representante de la familia han tomado la palabra para dar una visión más personal y humana de su figura.
Joan Tur ingresó en la Escuela de Policía Municipal en 1983 y, tras superar el curso, comenzó a prestar servicio en la unidad de Policía de Barrio en 1984. Ascendió a cabo en 1989 y, posteriormente, en 1996 fue nombrado sargento. A lo largo de su trayectoria profesional, pasó por diversas unidades y departamentos, destacando especialmente su etapa en la Sección Montada, con sede en el bosque de Bellver.
Paralelamente a su carrera policial, Joan Tur fue formador en diversas áreas en la Escuela Municipal de Policía y en la Escuela Balear de Administración Pública. Participó en numerosos proyectos, como la regulación de usos del parque de Bellver; fue miembro activo de los Cavallers de Sant Jordi y uno de los impulsores del programa de condonación de multas “Respectant, hi guanya tothom”.
No obstante, si por algo será especialmente recordado, es por su implicación en la formación en defensa personal dentro del cuerpo. Durante años fue instructor, y por sus clases pasaron muchos de los agentes que hoy en día siguen en activo y lo recuerdan con afecto, admiración y respeto.
El homenaje ha contado con la presencia de familiares, compañeros y miembros de la Policía Local, que han querido rendir tributo a una figura que dejó una profunda huella tanto a nivel profesional como humano. La placa se ha colocado en un lugar simbólico: el tatami que tanto quería y donde enseñó a generaciones de policías no solo técnicas, sino también valores.
