Final feliz para ‘The Summer I Turned Pretty’

El verano en que Belly eligió el amor y a sí misma cierra la serie de Prime Video, número uno en España y en medio mundo.

Siempre fue Conrad. El esperado desenlace de ‘The Summer I Turned Pretty‘ (El verano que me enamoré) llegó con la intensidad que solo una historia marcada por el amor, la pérdida y el crecimiento personal podía ofrecer. La serie de Prime Video ha cerrado este miércoles su andadura tras tres intensas temporadas. Tras dudar entre Conrad y Jere, Belly eligió a Conrad, pero, sobre todo, se eligió a sí misma.

El final televisivo se alejó del cierre planteado por Jenny Han en su trilogía literaria. No hubo boda, pero sí un viaje emocional más profundo que convirtió a Isabel “Belly” Conklin en la verdadera protagonista de su destino.

El reencuentro en París

Todo comienza en París. Conrad aparece en la puerta de Belly justo después de que ella se despida de Benito. Entre nervios y sonrisas, viven un reencuentro y ella accede a enseñarle la ciudad. La magia los envuelve visitando algunos de los enclaves más turísticos de la capital francesa.

Belly le lleva a un sitio muy especial para ella, una azotea con unas vistas espectaculares y acaba invitándole a la fiesta de precumpleaños que le han preparado sus amigos. Allí, Conrad descubre que Belly ha tenido una relación con Benito, pero que ha terminado ya.

Conrad quiere retrasar su marcha y pasea con Belly por la ciudad. Belly confiesa sentirse la villana de la historia por haber roto el vínculo entre Conrad y Jeremiah. Pero Conrad la libera de esa carga: no era su responsabilidad mantener unida a la familia Fisher.

La tensión se transformó en ternura cuando, bajo la luz del Sena, volvieron a bailar, recordando los momentos que los habían marcado. Las cartas de Conrad, la memoria de Susannah y la certeza de que el pasado no debía condicionar su futuro sirvieron de catalizador para un beso largamente esperado.

La gran decisión

La pasión se desata entre Conrad y Belly y hacen el amor, pero las cosas se vuelven algo raras entre ambos. Conrad no quiere irse, pero Belly cree que debe coger el tren de las 5 de la mañana y casi lo echa de su piso. Está convencida de que su amor con Conrad está contaminado por la ausencia de Susannah. Esa inseguridad casi los separa para siempre. Conrad, entre lágrimas, le confesa una vez más que la ama sin condiciones. Belly, rota, no sube qué responder y cree que es mejor separarse. Con el corazón roto, él sale del piso y, entonces, Belly siente la presión de la realidad. Mira dentro de sí misma. Repasa su historia y se entiende a ella misma. Comprende que para amar de verdad a Conrad, primero debía amarse a sí misma.

La carrera hacia el amor

En un momento que conecta al público con los clichés de las comedias románticas, Belly sale corriendo desesperada. Busca a Conrad en la calle, se sube a un taxi y va a la estación. Entra en el tren y lo recorre hasta dar con su amado. Con el colgante del infinito colgando de su cuello y la voz temblorosa, le declara que lo había amado siempre y que lo elegiría una y otra vez. Se besan sellando su historia de amor.

Final feliz para todos

Jeremiah vive un momento de tensión convertido en influencer gastronómico. Monta en Cousins un gran evento con el que demostrar que ha crecido y que el amor de Belly y Conrad ya no era una herida abierta en su corazón. Se deja llevar y termina besándose con Denise.

Por su parte, Steven y Taylor aceptan nuevos caminos sin dejar de lado lo que los unía; ella, enfadada por enterarse de que él tiene su futuro en San Francisco.

Le recrimina su silencio, pero acaba dejándole claro que lo acompañará al fin del mundo.

El broche final llega con una imagen sencilla y poderosa: Belly y Conrad, de regreso en Cousins, contemplando el horizonte desde la terraza.

Reparto de la serie