El recuerdo al militar republicano ejecutado en Melilla el 3 de diciembre de 1936 ha reunido a familiares y entidades.
El Ayuntamiento de Inca ha rendido este miércoles un homenaje solemne y profundamente simbólico a Pablo Ferrer Madariaga, militar republicano ejecutado en Melilla el 3 de diciembre de 1936. Ocurrió hace exactamente 89 años. Hoy, su memoria ha regresado al centro del espacio público para reclamar verdad, justicia y reparación.
El acto, celebrado en el Quarter General Luque, ha reunido a familiares, entidades memorialistas, representantes institucionales y miembros de la Associación por la Memoria Militar Democràtica. Un encuentro sereno y cargado de emoción que forma parte del ciclo “Inca té Memòria”, la iniciativa municipal destinada a recuperar la historia democrática de la ciudad y dar voz a quienes fueron silenciados.

La regidora de Memoria Democrática, Alice Weber, ha abierto la ceremonia con un discurso firme. Ha subrayado el compromiso del consistorio con la dignidad de las víctimas y con una reparación que no solo es jurídica, sino también moral y colectiva.
Después, la jurista Cata Moragues, especialista en memoria histórica, ha explicado el alcance de la Ley 20/2022, que declara ilegal el consejo de guerra que condenó a muerte a Ferrer Madariaga. Su intervención ha aportado contexto, rigor y un mensaje claro: la memoria democrática es un derecho.
Uno de los momentos más destacados ha sido la intervención de Manuel Pardo de Donlebúb, presidente de la Associación por la Memoria Militar Democràtica. Ha recordado a Ferrer Madariaga como un militar leal, íntegro y fiel al gobierno legítimo de la República. Su reconocimiento público ha resonado como un acto de justicia largamente esperado.
La emoción ha crecido con las palabras de Margalida Rosselló, representante de la familia. Ha reivindicado la figura de Pablo Ferrer y ha agradecido el esfuerzo institucional y social que, casi nueve décadas después, permite iluminar una historia marcada por el dolor y la dignidad.
El acto ha concluido con una ofrenda floral sobre la Pedra de la Memòria, acompañada por la interpretación de El cant dels ocells, que ha añadido un tono íntimo y profundamente evocador.
Pablo Ferrer Madariaga (1896–1936), comandante del Batallón de Cazadores nº 7 de Ceuta, fue detenido y fusilado por mantenerse fiel al gobierno republicano durante el inicio del golpe militar. Su familia ha recibido recientemente la Declaración de Reconocimiento y Reparación Personal, emitida por el Gobierno de España, que declara ilegítimo el procedimiento que lo condenó y reconoce su figura como parte imprescindible de la historia democrática del país.











