La formación defiende la vida y el auxilio de las personas en peligro, pero reclama una migración ordenada, legal y dimensionada.
El Pi-Proposta per les Illes ha mostrado su rechazo frontal a la decisión del Gobierno central de adaptar los puertos de Palma, Eivissa y la Savina como puntos de acogida para migrantes irregulares. La formación considera esta medida como una decisión unilateral, improvisada y profundamente perjudicial para las Islas Baleares.
El portavoz de El Pi en el Consell de Mallorca, Antoni Salas, ha sido claro:“Ante todo, debemos defender la vida humana y garantizar el auxilio en el mar a quienes lo necesiten. Pero la migración solo es positiva si es ordenada, legal, dimensionada y regulada.”
Críticas a la gestión estatal
Salas ha calificado de “inaceptable” que infraestructuras clave como los puertos de Baleares se utilicen como centros de acogida. Según ha afirmado, estas instalaciones son estratégicas para el transporte, el turismo y la economía del archipiélago, y su conversión en espacios de recepción migratoria improvisada representa un error de planificación y de visión.
Por ello, El Pi exige el traslado inmediato de los migrantes irregulares a la Península, a centros específicos y preparados, que puedan garantizar su atención y gestionar adecuadamente el proceso de retorno a sus países de origen.
Preocupación por la ruta migratoria argelina
El partido también ha criticado la falta de actuación contundente ante el auge de la ruta migratoria Argel-Palma. “Ni la Delegación del Gobierno ni el Gobierno español han actuado con determinación”, ha denunciado Salas, recordando la ausencia de recursos, la inacción frente a la Unión Europea y la falta de implicación de Frontex.
Además, ha alertado sobre la presión añadida que supone la llegada de menores no acompañados, distribuidos entre las islas sin tener en cuenta la carga migratoria propia del territorio balear.
Apoyo institucional
El Pi ha manifestado su respaldo a los ayuntamientos que han anunciado la reprobación del delegado del Gobierno en Baleares. Salas ha subrayado que las decisiones en materia migratoria deben gestionarse con previsión, coordinación y responsabilidad compartida a nivel estatal y europeo, no con medidas unilaterales que desamparan a las islas.
“El Estado no puede actuar solo ni improvisar soluciones que comprometen la estabilidad social y la seguridad económica del archipiélago”, ha concluido.










