El filtro de combustible es un pequeño pero importante componente del vehículo que se encarga de limpiar el combustible de impurezas no deseadas, polvo y agua. Sustituir el filtro justo a tiempo le permite prolongar la vida útil de su motor de combustión y evitar averías causadas por la entrada de residuos en las cámaras de combustión.
Diseño y función del filtro
Común en todos los coches modernos, el sistema de combustible tiene dos filtros:
- Un filtro grueso – generalmente una malla en la abertura del tanque de combustible a través de la cual se extrae el combustible. Este dispositivo impide la entrada de grandes partículas de residuos y materias extrañas en el conducto de combustible.
- Fino: limpia la gasolina o el gasóleo de los contaminantes de partículas finas.
En el caso de los motores de gasolina, estos filtros son inseparables y comprenden los siguientes componentes:
- Carcasa (copa) que sella la unidad.
- Elemento filtrante que atrapa las partículas. Suele estar hecho de papel especial.
- los accesorios de tubería (entrada y salida). Son adecuados para conectar el filtro a la línea de combustible.
Cómo sustituir el filtro de combustible
Para sustituir el filtro, dependiendo de cómo esté fijado, necesitarás una llave inglesa (normalmente de 10 mm), un destornillador o unos alicates. Las precauciones de seguridad también son importantes. En particular, evite la posibilidad de que se encienda la gasolina o el gasóleo al desmontar y montar el filtro.
Consulte en autodoc.es las instrucciones para sustituir el filtro de combustible
La sustitución debe llevarse a cabo de la siguiente manera:
- Afloje las abrazaderas de sujeción de los tubos del filtro de combustible.
- Desengaña la sujeción del soporte.
- Retire la tapa del filtro.
- Retire el cartucho de filtro de combustible.
- Retire el abrasivo del tubo de combustible.
Señales de que el filtro debe ser reemplazado
Muchos técnicos y conductores experimentados afirman que el intervalo óptimo de sustitución del filtro de combustible es cada 20.000 a 30.000 km. No es raro ampliar el intervalo a cada 50.000 o 60.000 km.
Sin embargo, en algunos casos (por ejemplo, cuando tuvo que verter combustible de mala calidad en la carretera) puede ser necesario un cambio de filtro no programado. Los siguientes signos suelen ser indicativos de la necesidad de dicho procedimiento:
- Funcionamiento anormal o irregular del motor (lo que se denomina «golpeteo» o «estornudo»).
- Pérdida de potencia del motor sin motivo aparente.
- Aumento del consumo en comparación con los valores estándar.
En caso de obstrucción extrema del filtro, no podrá arrancar el motor, ya que no entrará combustible en la cámara de combustión.